Inteligencia artificial y viviendas turísticas: el nuevo terreno del turismo global
En este nuevo escenario, donde el algoritmo sustituye al motor de búsqueda y la instrucción sustituye al clic, las viviendas turísticas tienen una ventaja estratégica: ya operan bajo la lógica del futuro
Sean Cázares Ahearne
10/4/2025
El turismo ha dejado de ser únicamente una industria de experiencias para convertirse también en un campo de decisiones automatizadas. En 2025, la inteligencia artificial generativa (GenAI) ya no es una novedad tecnológica, sino una fuerza estructural que está redefiniendo cómo se descubre, reserva y vive un viaje. En este nuevo escenario, donde el algoritmo sustituye al motor de búsqueda y la instrucción sustituye al clic, las viviendas turísticas tienen una ventaja estratégica: ya operan bajo la lógica del futuro.
El más reciente estudio del IMD Center, un importante centro de investigación global, en su estudio “La revolución de la IA en los viajes: equilibrando la tecnología y el trato humano”, ofrece una radiografía precisa de esta transformación. Uno de cada tres adultos en Estados Unidos ya utiliza inteligencia artificial para planear y reservar sus viajes. Pero más allá del dato, el hallazgo clave es que la GenAI no solo modifica la experiencia del viajero, sino que reconfigura las reglas de competencia entre los actores del sector.
El modelo tradicional de búsqueda —esa navegación entre filtros, reseñas y opciones— está siendo desplazado por asistentes como el Operator de ChatGPT o el Manus en China, capaces de organizar itinerarios completos en segundos. Estos sistemas ya pueden planear un viaje entero, desde el vuelo hasta la cena, sin que el usuario abra una sola pestaña del navegador.
Este cambio altera el balance competitivo. Las empresas que dependen de buscadores o plataformas de comparación para ser vistas enfrentan el riesgo de quedar fuera del radar algorítmico. En cambio, aquellas que han cultivado relaciones directas y personalizadas con sus usuarios son las más visibles para los nuevos asistentes digitales. Por eso no sorprende que Booking, Airbnb y Marriott encabecen el Future Readiness Indicator 2025 del IMD. Airbnb, por ejemplo, genera el 90% de su tráfico sin intermediarios: una prueba clara de que la fidelidad construida a lo largo del tiempo se convierte en prioridad automática en la nueva era.
Desde AMVITUR observamos que este entorno digital favorece a los modelos de alojamiento que nacieron en el ecosistema tecnológico. Las viviendas turísticas, que operan fundamentalmente a través de plataformas digitales, están naturalmente alineadas con la lógica de la GenAI. Tienen relación directa con el usuario, flexibilidad en la oferta y capacidad de adaptarse con precisión a las preferencias de cada viajero. No necesitan adaptarse al futuro: ya forman parte de él.
Además, esta revolución está moldeada por tres fuerzas adicionales: la sostenibilidad, la fusión entre viajes de negocios y ocio (bleisure) y la resiliencia financiera. Todas convergen en un viajero contemporáneo que busca experiencias auténticas, locales y personalizadas. En 2023, dos tercios de los viajeros corporativos expresaron haber extendido sus viajes de trabajo para incluir tiempo de ocio. Y en 2024, aproximadamente el 70% de los trabajadores remotos reportaron haber trabajado mientras viajaban. Este perfil de viajero no es una excepción: es el nuevo centro de gravedad del turismo global.
Las viviendas turísticas responden de forma orgánica a esta demanda: permiten estancias más largas, favorecen la descentralización del gasto y promueven una conexión más directa con el entorno local. Su estructura flexible permite adaptarse rápidamente a cambios en la demanda, lo que contribuye a una mayor estabilidad económica en los destinos. Lejos de ser una moda, este modelo representa un vehículo de crecimiento para las comunidades y de diversificación para los destinos.
En paralelo, la sostenibilidad ha dejado de ser una aspiración para convertirse en una exigencia. Según el estudio, el 78% de los viajeros de lujo prefieren marcas con políticas ambientales claras y comprobables. En este sentido, las viviendas turísticas —al estar insertas en comunidades reales— tienen la posibilidad de operar con bajo impacto y alta integración, ofreciendo una experiencia más coherente con los valores actuales del turismo consciente.
La gran lección es clara: el futuro no pertenece a quienes adoptan primero una nueva herramienta, sino a quienes la integran con propósito. Las organizaciones más preparadas no persiguen tendencias; las evalúan, las filtran y las convierten en soluciones que mejoran la experiencia del viajero, sin sacrificar lo humano, porque la tecnología no sustituye el toque personal: lo amplifica.
En AMVITUR estamos convencidos de que esta nueva era no está marcada por una sola disrupción, sino por una convergencia de fuerzas que, si se comprenden a tiempo, pueden posicionar a México como líder mundial en la oferta de alojamientos inteligentes, sustentables y bien conectados.
La pregunta para las viviendas turísticas ya no es si estaremos en los buscadores. La pregunta es si seremos relevantes para la inteligencia artificial. Y esa relevancia no se gana con publicidad, sino con autenticidad, consistencia y valor. La revolución del viaje no está en los mapas, sino en el código. Y quienes entiendan este nuevo lenguaje serán quienes lideren el turismo del futuro desde hoy.
POR SEAN CÁZARES AHEARNE
DIRECTOR GENERAL DE LA ASOCIACIÓN MEXICANA DE VIVIENDAS TURÍSTICAS
Publicado en El Heraldo de México